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Estamos en pleno Fitur, y a todo esto llega la celebración del Día de Balears, a la que asistirán autoridades e infinidad de gente del ramo turístico de les Illes, muchas ya en Madrid. Iberojet tiene prevista una gran fiesta, que la monta el Grupo de ocio Cursach, a la que se espera que asistan un par de miles de personas y dos centenares de Vips. Por cierto, no estaría de más que la autoridad competente se fijara en lo que es un palacio de congresos, pero de los de verdad, y que preguntara si es cierto que un congresista se suele gastar al día, por término medio, unas cincuenta mil pesetas, a fin de que se ponga a trabajar ya en la construcción de uno en Palma.

A todo esto, en Balears, densos nubarrones han estado amenazando con lluvia estos días, aunque la tendencia es de mejora total. Vamos, poco más o menos que, climatológicamente, regresar al pasado fin de semana, con días calurosos que invitaron a ir a la playa y a algunos a remojarse en el agua, como las bellas mozas que ilustran estas páginas (por cierto, que me han dicho que quien se baña los 365 días del año es Sinto Feliu, padre de la regidora de Cultura de Cort, Carmen, y hermano del jefe de la Policía Local de Palma).

En este doble baño que están ustedes presenciando sobre el papel en imágenes que en otras latitudes podrían causar sensación, pues mientras media Europa va con el abrigo puesto hasta la cabeza aquí, tal y como pueden apreciar, nos ponemos el biquini incluso en días nublados y semilluviosos de enero, hay tres chicas españolas, dos inglesas y una checa. Ésta, según pudimos apreciar, tal vez porque está acostumbrada a bañarse en las heladas aguas del Voltava, desde luego mucho más gélidas que otras del continente, se sumergió en ellas sin grandes problemas ni escalofríos, y si no se mojó el pelo fue más bien por pura coquetería que por otra cosa. Como las demás.

El primer baño "checa y mallorquina" tuvo lugar en la coqueta, y ese día solitaria, playa de la Ciudad Jardín. Tan solitaria que cuando comenzaron a bañarse éramos cuatro, y al rato, entre mirones y curiosos, treinta, a los que se sumaron el marido de la checa, José Manuel Maíz, Chico Martini 98, y el representante de American Jets, que llegaron a bordo de sendas motos acuáticas, a lomo de las cuales, ellas, luego, dieron toda una exhibición sobre aquella especie de plato que parecía el mar en aquellas horas matinales. Tras el baño, les dejamos que se secaran tomando el sol un ratito, y a otra cosa...

Una hora después nos encontrábamos en la playa de Magaluf. Sobre unas dunas tomaban el sol J.L. Ardura, de Lluna, y sus amigas, éstas en biquini: dos españolas y dos inglesas, a quienes no hizo falta animar para que se metieran en el agua, que estaba fría, pero soportable. Primero, hasta las rodillas, luego hasta la cintura y por último hasta el cuello. Como por la tarde tenían que ir a la gala de tarde, no se mojaron el pelo. «Al principio sientes una reacción un tanto extraña que te deja un poco paralizado "comentó Naomi" pero te acostumbras en seguida, tanto que al rato esto parece verano».