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La Real Academia de Medicina y Cirugía de Palma de Mallorca inicia el año 2000 con aires renovados después de los cambios producidos en su junta directiva y que suponen la entrada de aire nuevo en una institución que se había quedado anquilosada y aletargada en el tiempo. Ayer por la noche tuvo lugar en la sede de la academia, en el antiguo convento de las Monjas Reparadoras de calle Campaner de Palma, la solemne sesión inaugural del curso académico de 2000.

Problemas de índole interno estaban deteriorando de forma importante a la Real Academia por lo que se inició una «revolución» que desembocó en una nueva junta que fue consensuada para evitar una confrontación. Dicha junta tomó posesión de su cargo la pasada semana y ayer, coincidiendo con la inauguración del curso académico de 2000, fue su presentación oficial.

La doctora Joana María Román, una de la dos mujeres que han conseguido entrar en la academia, es el nuevo secretario general perpetuo de la institución. «Se trata de un cambio absoluto» explicó Román quien no obstante deja claro que no es una revolución. El prestigios José María Rodríguez Tejerina es el nuevo presidente de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Palma de Mallorca en sustitución de José Tomás Montserrat. El resto de la nueva junta la forman: Alvar Agustí (vicepresidente), Miguel Muntaner (tesorero), Juana María Román, (secretario general perpetuo), Antoni Obrador (vicesecretario) y el doctor Tolosa (bibliotecario). La academia entra en el año 2000 con una nueva orientación, con nuevos retos y con un descenso de la edad de sus integrantes después de las incorporaciones producidas el año pasado. Como explica la doctora Román se trata de abrirse más a la sociedad y a la realidad.

«Que sea un foro de debate, que se tomen decisiones y sirva para asesorar a las instituciones públicas en materia sanitaria» son los retos según señala el nuevo secretario general perpetuo de la institución. Toda esta apertura al exterior y modernización, explicó la doctora Román, «guardando siempre la indosicracia de la institución, el protocolo y sus raíces».