La Escola de Música i Danses de Mallorca Bartomeu Enseñat Estrany celebró el pasado viernes en el restaurante Es Cantó de Montuïri su 25 aniversario. La sorpresa de la velada fue la entrega de una placa a Antoni Marí en homenaje por su labor en la escuela desde el año 1975. Marí, visiblemente emocionado, dirigió unas palabras al público y envió una «abraçada» a doña Esperança Ensenyat, esposa del fundador, Bartomeu Ensenyat.
Quiso agradecer especialmente a los «veteranos» por su entrega en la Escola y animó también a los jóvenes a seguir el ejemplo de aquéllos. El presidente de la Escola, Gabriel Frontera, agradeció a doña Esperança Ensenyat y a don Bartomeu Ensenyat porque «gracias a ellos tenemos la mejor agrupación folklórica del mundo; por todos los lugares que vamos nos reciben con los brazos abiertos, tenemos actuaciones hasta el año 2002».
Por otra parte, Frontera, agradeció al Ajuntament de Palma por las facilidades y ayudas que ha dado a la entidad sobre todo después de la desaparición de «l'amo» (Bartomeu Ensenyat). En representación del Ajuntament de Palma acudió el delegado de Relacions Institucionals, Joan Bauçà. Estuvo también en la cena la delegada del Gobierno central, Catalina Cirer. Finalmente, el presidente Gabriel Frontera, agradeció a toda la gente que trabaja día día porque «en la escuela hay muchas cosas que hacer y aunque no lo parezca, no podría hacerlo uno solo».
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