Los 250 consumidores cualificados de Balears (600 en julio, cuando
se apruebe la ley que incluye en ese apartado a todos los grandes
clientes en media tensión) podrán negociar los precios y elegir al
comercializador más apropiado, según recoge el artículo 12 de la
Ley Eléctrica y que ayer fue presentado por directivos de GESA. Se
trata de «asegurar el equilibrio técnico-económico de quienes
presten este servicio en las islas (Balears, Canarias), Ceuta y
Melilla, según explicaron ayer Antonio Campins, director financiero
y de control, y Martín Ribas, director general de Grandes Clientes
de GESA.
Los consumidores cualificados negocian y pactan un precio de
compra de la energía eléctrica con las comercializadoras o acceden
directamente al mercado diario. Para ello, deben consumir más de un
millón de kilovatios/año, «independientemente del nivel de tensión
al que se alimentan», según GESA. Estos «grandes clientes» pueden
beneficiarse de una reducción de las tarifas, aunque no todos, y
esa condición también supone «que una subida de precios
consecuencia, por ejemplo, de un aumento del precio del crudo
también podrá ser trasladada más rápidamente al cliente. Según el
estudio elaborado por la empresa mallorquina, «desde el punto de
vista eléctrico no hay dos clientes iguales: el precio de cada uno
de ellos dependerá del perfil horario de su curva de demanda, es
decir, de cómo consuma y a qué horas lo haga».
En Balears, casi un 40% de los 600 consumidores cualificados
pertenecen al sector turístico, y el resto, a una amplia gama de
actividades. El mejor cliente eléctrico de GESA es, por ejemplo, el
aeropuerto de Palma, que consume el 0'5% de la producción total de
la empresa mallorquina.
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