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Pere Barceló ha sido reelegido como juez decano de los juzgados de Palma. La elección se celebró el pasado miércoles y a la reunión acudió el 80% de los jueces del partido judicial de Palma. Barceló contó con el apoyo unánime de todos los compañeros presentes. Ni uno sólo de ellos emitió un voto en blanco.

Con esta decisión Pere Barceló tendrá que abandonar el juzgado de instrucción número 1 de Palma, que ha dirigido en la última decada, y tendrá que asumir la responsabilidad del nuevo juzgado decano que está a punto de inaugurarse. Hasta este momento el juez ha compartido la dirección del decanato y el del juzgado de instrucción. Sin embargo, la ley de planta exige que en ciudades donde existen más de 40 juzgados (como es el caso de Palma) el juez decano debe dedicarse exclusivamente al decanato. Según explicó el decano, este nuevo juzgado está previsto que entre en funcionamiento a finales del mes de junio. En ese momento cesará como titular del juzgado de instrucción número 1, que tendrá que ser asumido por otro magistrado. De hecho, la mayoría de abogados ha apoyado la creación de este juzgado decano, y han considerado que es imposible que un solo juez asuma el trabajo de su juzgado y el del decanato.

Pere Barceló, que fue el único que se presentó a esta elección, mostró ayer su satisfacción por el apoyo que ha encontrado en sus compañeros. «Demuestran que han aprobado mi trabajo», resaltó.

El juez Barceló asumió hace cuatro años este nombramiento en sustitución del magistrado Antonio Terrasa, actual presidente de la Audiencia Provincial de Palma. Durante estos cuatro años ha trabajado para mejorar las instalaciones de los edificios judiciales de Palma, sobre todo el de las Avenidas. Ha conseguido rehabilitar la cuarta planta del edificio, que hasta ese momento se utilizaba como archivo, y sobre todo ha logrado inaugurar el nuevo juzgado de guardia, que se encuentra instalado en el primer sótano. Este juzgado de guardia está abierto 24 horas al día durante toda la semana. Todos los funcionarios del juzgado, incluido el juez y el secretario, disponen de una sala de descanso, una habitación para pasar la noche y una zona para poder asearse.