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Ayer estuvimos en la zona, altura de la Bierstrasse. En la parada que hay frente a Latino, los turistas tuvieron que esperar a que pasaran tres buses para lograr poder subir a uno. ¿Por qué? Porque llegan llenos, y si no, con la gente situada en la parte delantera, sin pasar hacia atrás, lo que es lo mismo.

Si el mosqueo de los que esperan no es pequeño, más o menos debe de serlo de los conductores del bus, que son quienes pasan la vergüenza de circular sin detenerse en la parada a pesar de las señas que le hacen los usuarios, la mayoría "a esas horas" extranjeros. Lo curioso de este asunto es que tras haberlo denunciado, gráfica y literariamente, hace dos semanas, no se ha puesto remedio. ¿Esperan los probostes de la EMT a que se produzca un milagro y a esa horas el bus se estire? ¿Mientras tanto, qué opina de esta cuestión el comité de empresa de la EMT? Porque esto tiene guisa de seguir así durante todo el verano.