TW
0

Al hablar de molinos la primera imagen que suele acudir a la memoria es la de Don Quijote luchando contra los molinos de viento creyendo que eran gigantes, o la de los hermosos molinos de Holanda rodeados de tulipanes, o la de los no menos hermosos molinos de Mallorca, por desgracia no muy cuidados hasta hace pocas décadas. «Los molinos conforman uno de nuestros patrimonios culturales más importantes, incluso me atrevería a decir que el que más», afirmó Bernat Rabassa, presidente de la Associació Amics dels Molins, quien dictó en la tarde de ayer la conferencia «Amics dels molins: recuperació i reconstrucció del molins fariners», en el Centre de Cultura de Sa Nostra. Rabassa es también vicepresidente de la Asociación para la Conservación y el Estudio de los Molinos, y ocupa la vicepresidencia de la Cofradía Internacional del Arroz.

A lo largo de la conferencia de ayer Rabassa habló del mundo de los molinos y de lo que representan para Mallorca, del trabajo que está llevando a cabo la asociación que él dirige "creada en junio de 1975", y de la tipología y descripción de cada tipo de molinos. Cabe destacar que, seguramente, Mallorca llegó a ser la zona del planeta en donde había más molinos.

«Podemos hablar de molinos harineros de viento, de los cuales quedan hoy unos seiscientos, y de agua, de los cuales quedan menos de cien. También tenemos los molins de sang, que eran los que funcionaban por la fuerza animal y de los cuales sólo quedan unas dos docenas. Por último, hay que hablar de los molinos de extracción de agua; de los mismos quedan en la actualidad unos mil doscientos», señaló Rabassa.

De los molinos harineros de viento y de agua que podemos encontrar en Mallorca ya no hay ninguno que esté en funcionamiento. De hecho, aunque hablamos de molinos, para referirnos a los mismos con mayor propiedad deberíamos hablar de torres, que es lo único que permanece en pie, pues el resto de la estructura ha desaparecido. Aparte de los tipos de molinos citados, también existían los de pólvora, yeso, sal, y un largo etcétera, pero todos ellos se encuentran ya definitivamente desaparecidos. En cuanto a los molinos de extracción de agua, se situaban, en su mayoría, en Palma, Campos, sa Pobla, y Muro.