«Quiero vivir. No antenas» era el peculiar lema que podía leerse en
las camisetas que llevaban puestas José María Àlvarez, Eva Cano y
José Miguel Pons, vecinos de S'Indioteria, en la mañana de ayer.
Pero para poder leer dicha inscripción era preciso, o bien tener
una vista de lince, o bien ir provisto de unos potentes
prismáticos, pues los tres se hallaban encaramados a treinta metros
de altura; en concreto, en lo más alto de una torre o antena de
telefonía móvil que se instaló hace tres semanas en S'Indioteria y
que, según comentaron los vecinos de la zona, no cuenta con los
permisos pertinentes y supone además un peligro para la salud por
las radiaciones que puede emitir.
En representación de los habitantes de S'Indioteria, Yolanda
López "que vive allí desde noviembre" envió una instancia al
Ajuntament en la que solicita que retiren la antena «ya que es
dañina, antiestética y está situada en una zona donde no se pueden
construir casas de más de una determinada altura». En el mismo
escrito se menciona que el terreno en donde se encuentra la antena
está calificado por el propio Ajuntament como futura zona verde y
parque infantil. La antena se encuentra en el interior de la
chatarrería que hay en el Camí Roig.
«Hablé con el propietario de la chatarrería para saber qué tipo
de antena era. Evidentemente ha recibido a cambio una cantidad de
dinero y se quiere desentender del tema», señaló Yolanda López, y
añadió: «El escrito lo presenté el 11 de mayo y ahora esperamos la
respuesta. Pensamos que toda movilización es poca y que cuantas más
cosas hagamos, más se nos oirá». Por lo pronto, ayer se oyeron las
voces de los alrededor de cien vecinos que decidieron acercarse
hasta el Camí Roig para dar apoyo a Àlvarez, Cano y Pons.
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