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Donar ropa usada a Cáritas es algo más que un acto de caridad. Con estas donaciones la ONG ha puesto en marcha un servicio de formación y reinserción destinado a aquellas personas que, bien por necesidades económicas o bien por una situación complicada, sufren exclusión social. Son inmigrantes, familias sin recursos o ex convictos que aprenden, a través de la ayuda de equipos especializados, a formarse profesionalmente y a desarrollar una labor.

En Eivissa este servicio ya funciona desde hace varios años pero el aumento del volumen de ropa donada ha permitido ampliar la labor de estos talleres. Así lo explicó la coordinadora nacional del proyecto de talleres de reinserción, Maialen Escalada, durante su visita a Eivissa. Escalada incidió en que con este servicio se pretende ayudar a las personas con necesidades a través de un proceso formativo en el cobre importancia el valor de las cosas. «Es mejor formar que ofrecer simplemente caridad», señaló Escalada, que remarcó que «aprenden una ocupación, a tener responsabilidades y a ver recompensado su trabajo a través de la concesión de unas becas-salario».

En los talleres de Eivissa trabajan cada día alrededor de 6 voluntarios junto a voluntarios y monitores aunque la cifra, depende de la temporada. «En verano siempre hay menos», asegura el coordinador de Cáritas en Eivissa, Jesús Díaz. Las personas que se benefician del taller se dedican a clasificar y adecentar la ropa que se recibe y la preparan para su venta posterior, «a precios simbólicos». El resto se recicla para obtener algún beneficio que revierta en la ONG.