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La Asociación para la Lucha Contra las Enfermedades del Riñón, ALCER, remitió la pasada semana sendos escritos al presidente del Gobierno, José María Aznar, y al Defensor del Pueblo exponiéndoles que «estamos hartos de hacer quejas y que no nos hagan caso» sobre el «precario» servicio de transporte de las personas sometidas a diálisis en las Islas (unas 400).

Manuela de la Vega, presidenta de ALCER en Balears, expuso a Ultima Hora que la situación ha empeorado y que lo que colmó el vaso fue que hace un mes «una ambulancia que hace el recorrido por los pueblos de Mallorca con una capacidad para siete personas llevó a un enfermo todo el rato sentado en el reposabrazos del vehículo por falta de espacio».ALCER-Balears señala que se han presentado reclamaciones a distintos estamentos «y no nos contestan».

Hay varios centros en Balears que hacen diálisis: Son Dureta, Policlínica, Centro Nezdial en Palma, Inca, Manacor, Hospistal Can Misses y Verge del Toro. El problema, como explica la presidenta de ALCER-Balears, es que «las ambulancias tardan mucho en recoger a los enfermos». Así, pone de ejemplo que «una persona puede haber acabado la diálisis a las ocho de la noche y llega a su casa pasadas las diez» bien porque ha estado esperando la ambulancia bien porque antes de que le dejen en su casa han acompañado a otros enfermos.