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El Ajuntament de Palma se ha comprometido a estudiar la posibilidad de prohibir la entrada de camiones de gran volumen en las calles estrechas de los barrios de sa Calatrava y la Seu. Así se lo reclamaron ayer los portavoces de estas barriadas al concejal de Urbanismo en Cort, Rafel Vidal, después de que hace unos días uno de estos vehículos que transportaba material para una de las múltiples obras en marcha atropellara a un niño de 9 años en la calle Baluart.

El presidente de la Asociación de Vecinos de sa Calatrava, Climent Garau, explicó que «el problema ya no es sólo de tonelaje, que parece haberse resuelto, sino del volumen de estos camiones, que en muchas ocasiones provocan daños en las fachadas de los edificios al pasar, y en el peor de los casos puede volver a ocurrir otro accidente como el sucedido con un menor, aún hospitalizado, que aunque se pegó a la pared no fue suficiente y fue atropellado». En efecto, la ordenanza municipal sólo permite transitar por el casco antiguo a camiones de hasta 5 toneladas de peso, aunque un decreto de Alcaldía estableció una excepción para la realización de las obras del Pla Mirall ampliando el tonelaje a las 16 toneladas.

Ante las protestas vecinales por los destrozos que vehículos de este peso causaban al adoquinado de las calles, en ocasiones recién estrenado, se acordó que los camiones sólo empleasen la mitad de su capacidad de carga, «con lo que el pavimento ya no sufre tanto, pero el volumen sigue siendo el mismo y las calles son demasiado estrechas para soportarlo», lamentó Garau. «Por eso hemos pedido al Consistorio que obligue a las empresas adjudicatarias de las obras públicas a que empleen camiones más pequeños, aunque tengan que hacer más viajes y cueste más dinero, y que, por ejemplo, fabriquen el hormigón in situ, como hacen las obras privadas, para evitar el paso de las grandes hormigoneras».