Álvaro de Marichalar es miembro de Asociación Española para la integración y amistad de Gibraltar.

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Y es que como nos comentó no hace mucho Beatriz, relaciones públicas de la citada discoteca, Àlvaro se merece eso y mucho más, sobre todo por lo mucho que está haciendo en favor de la lucha por la droga desde la FAD.

A poco que nos hemos sentado en torno a sendas aguas minerales en la terraza del bar del Club de Mar, le he contado que acabo de escuchar en un programa de radio cómo un padre de tres drogadictos pedía poco menos que se creara un lugar donde éstos quedaran encerrados del mismo modo que quedan aislados quienes atentan contra la vida de los demás. «Ellos "decía el padre refiriéndose a los drogadictos" atentan contra su propia vida y contra la de su familia». Àlvaro asiente. Tiene razón ese padre, dice, pero la verdadera lucha contra la droga está en la educación, en inculcar a la gente, sean niños o mayores, que tiene que decir que no la primera vez que le ofrezcan un porro o una pastilla, lo cual en ocasiones no es sencillo. «A mí me costó mucho decirlo en aquel momento "reconoce", pero al haberlo dicho, me legitimó para que ahora pueda recomendarlo. A veces las experiencias enriquecen, pero ésa en concreto, no: empiezas por tener una y terminas que no te puedes salir. De ahí que lo importante es la educación, saber decir que no a la primera».

"Pero a veces eso resta hombría a quien tiene que decirlo.
"Sí, claro, y más entre gente joven rodeada de gente joven. Pero, insisto, lo fundamental es saber decir no. A partir de ahí dudo que te vuelvan a ofrecer algún tipo de droga.