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Vecinos del barrio de la Catedral pararon ayer por la mañana las obras del Pla Mirall en la calle de San Roc al comprobar que una máquina estaba destrozando el empedrado antiguo, con piezas de Binissalem colocadas en la década de los cuarenta.

La Associació de Veïns i Comerciants de la Zona de la Catedral dispone de un escrito del gerente del Consorci Pla Mirall-Centre, Jeroni Saiz, en el que se compromete a que se recuperarán todas las piezas del empedrado durante la ejecución de las obras. Aun así, el director de la obra dijo ayer a los residentes allí presentes que no hay manera de realizar la labor sin romper las piedras.