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La XX Mostra internacional folklòrica salió ayer de Sóller para mostrar su colorido, sonido y movimiento en la Llar d'Ancians y en el Parc de la Mar.

Subidos en el turístico tren de madera, los más de doscientos participantes, llegaron a la estación de Son Reus desde la cual fueron trasladados en autobuses a la residencia de la calle General Riera. Tras una cena con diversas asociaciones que participan en el programa de Gent Gran organizado por el Consell de Mallorca, se ataviaron con los trajes típicos de su región y comenzaron a danzar. Cada una de las agrupaciones folclóricas dispuso de diez minutos para demostrar su «arte» y, a medida que fueron finalizando, fueron trasladados al Parc de la Mar, donde continuó el espectáculo con un público diferente pero también entregado al arte de los danzadores.

Al acto de la Llar asistieron cerca de mil personas y, antes de comenzar a bailar, se intercambiaron obsequios entre los directivos de la casa, miembros del Ajuntament y de la organización de la Mostra. Tras la actuación en el Parc de la Mar se dio un piccnic a cada uno de los miembros y fueron conducidos, de nuevo, hasta el tren que, en un viaje especial para ellos pasada la una de la madrugada, les llevó de vuelta a sus hogares durante esta semana. Esta nueva edición es acogida, como cada año desde 1980, por el pueblo solleric desde el pasado 24 de julio hasta el 31. En ella participan grupos de todos los confines del mundo, entre ellos, el Grupo Folklórico el-Wali, del Sáhara; Teatro de Danza Eadma-Seseg, de la República de Buriatia o la Compagnie de Danse Polynesiénne, de Tahití; y el conjunto Aires Sollerics, que realiza con gusto las funciones de anfitrión.