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El grupo popular en Cort aprobó ayer definitivamente, y pese al voto en contra de la oposición, la subida de 317 pesetas de la cuota fija de la tarifa del agua. La presidenta de la empresa explicó que el convenio subscrito con el Govern balear para la puesta en marcha de las desaladoras móviles «ha sido la causa de este aumento».

Según sus datos, el beneficio de 1999, 423'3 millones, «ni siquiera será suficiente para cubrir el déficit provocado por la necesidad de comprar más agua a la desaladora de la prevista hasta la entrada en vigor de las nuevas tarifas». EMAYA cifra en 450.252.530 pesetas el déficit por este concepto, pues hasta el 31 de mayo fue de 250'2 millones y en el periodo de junio a septiembre se calcula es 200 millones. La regidora explicó que el convenio firmado «nos supone un gasto de 347 millones de costes fijos anuales de explotación de las nuevas instalaciones, más otros 217 millones en concepto de costes anuales de la inversión». A ello, debe añadirse lo que costará la compra de 8 hectómetros cúbicos de agua». Todos estos conceptos suman 972 millones anuales, «y la subida de la tarifa que se aprueba supondrán unos ingresos añadidos de 960 millones, lo cual quiere decir que tan sólo hemos repercutido el dinero que de forma fija vamos a gastar», dijo.

EU-EV insistió en que mientras EMAYA compra el agua a 89'9 pesetas el metro cúbico, al ciudadano se la cobra a 105 pesetas, «lo que representan unos beneficios para la empresa de 200 millones». Los socialistas de Palma condenaron la falta de planificación y acusaron a la empresa de «no querer renunciar a seguir teniendo beneficios». Gabriel Barceló, del PSM, centró sus críticas en que el incremento no discierne entre el ciudadano que gasta mucho y el que consume poco. Por último, UM planteó «que sea el Ajuntament el que asuma los gastos que supone el convenio».