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Desde ayer las farmacias pueden aplicar descuentos de hasta un 10% en los medicamentos que se venden sin receta (las llamadas especialidades farmacéuticas publicitarias).

Sin embargo, este descuento, que se recuerda desde el Colegio de Farmacéuticos de Balears que no es obligatorio, ha provocado el malestar de los farmacéuticos en cuanto que la consideración del medicamento como un bien sanitario queda relegada a la de un producto de consumo más. Esta medida, señalan fuentes de los farmacéuticos de las Islas «inducen al consumo de medicamentos» y se señala que los medicamentos deben emplearse desde una consideración sanitaria y no comercial desde el momento en que un fármaco tendrá un mayor o menor descuento.

Esta medida también abre la puerta a la competencia entre farmacias ya que cada una podrá aplicar los descuentos que crea oportuno. Este diario se puso en contacto ayer con distintas farmacias que no sabían todavía si iban a aplicar estos descuentos. Con todo, el cliente deberá pedir estos descuentos ya que las farmacias no pueden hacer publicidad de los medicamentos.