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El verano puede resultar muy largo para cientos de niños y niñas cuyas familias trabajan y no disponen de tiempo suficiente para llevarlos a la playa, organizarles juegos o partidos de fútbol y prestarles la atención constante que necesitan. Desde Cruz Roja Juventud, una asociación comprometida con el colectivo más vulnerable, se comprendió la problemática de estas familias y entidades de acogida de menores.

Por este motivo se pusieron en marcha, hace ya cuatro veranos, las colonias urbanas destinadas a niños y niñas de tres a catorce años cuyos padres trabajan todo el día. Durante los meses de julio y agosto y con un horario de 9.00 a 18.00 horas, dividido en actividades de mañana y tarde, se intenta conseguir que los niños y niñas inscritos disfruten de un lugar de encuentro donde sea posible educarles desde unos objetivos lo más humanos posible, educando en la paz, la salud, el medio ambiente y la convivencia no sexista. Todo ello se persigue por medio de gincanas, juegos, canciones, manualidades, salidas a la playa y excursiones preparadas para que todos los participantes, desde el menor al mayor, puedan disfrutar de unas horas fuera de la ciudad en compañía de sus amigos.

Ayer empezó la «aventura» para más de 200 niños repartidos entre las dos colonias urbanas organizadas en los colegios públicos de Prácticas y el Vivero, situados en la carretera de Valldemossa y la calle del Crédito Balear, respectivamente. Como cualquier primer día, los pequeños iban un poco despistados y hasta se pudo oír algún llanto a la hora de separarse de «mamá», pero no fue lo mismo que en julio, ya que muchos de los asistentes este mes ya estuvieron todo el pasado. Tras dividirse por grupos de edades similares, que les permitirán realizar actividades con las que todos disfrutarán por igual, se pasó a presentarse y a hacer juegos para conocerse con los que serán sus compañeros y monitores durante los próximos 31 días.