Ha pasado más de cincuenta años dedicado a la reparación de motocicletas y ahora le ha llegado el momento de jubilarse. Desde que tenía 14 años Onofre Martorell ha dedicado su vida por completo a las motos en un local de la calle Indústria de Palma. Los esqueletos de metal le echarán de menos.
"¿Cómo empezó su actividad?
"Empecé arreglando coches en un taller de la calle Blanquerna con 14 años. Mi maestro vendía motos y aprendí de cerca su funcionamiento. Hasta que mi padre por aquel entonces se gastó 6.000 pesetas en un kit de herramientas y decidí dedicarme a esto de por vida.
"Y desde entonces, ¿cuál ha sido su trayectoria profesional?
"Tuve la oportunidad de venir a este local de la calle Indústria cuando ni por asomo había el tráfico que hoy existe por esta zona. Y empecé a reparar las motos que me traían. También he colaborado siempre con otras empresas.
"¿Con qué empresas ha trabajado?
"Primero trabajé reparando motos Guzzi para una compañía que hoy ya no existe, para Entel. Después, mis últimos 15 años he colaborado con Ultima Hora , que ha sido como mi casa.
"¿Qué anécdotas acumula su experiencia en la reparación de motos?
"He encontrado de todo. Pero mi carácter nunca me ha conducido a pelearme con nadie. Siempre hay gente que no te paga, pero bueno, yo nunca he ganado mucho dinero pero tampoco he tenido deudas y siempre he cumplido con Hacienda.
"Y ahora, ¿qué va a hacer sin sus motos?
"Yo tengo una Derbi de 25 años que aprecio mucho. Me la han intentado comprar muchas veces, pero yo no quiero. Y ahora disfrutaré de una barca que tengo, por fin podré navegar a gusto.
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