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Trescientos litros de vino, completamente artesano, son lo que han producido este año las viñas de una pequeña finca del vicepresidente del Govern balear, Pere Sampol, y otra de unos amigos de la familia, con el que, desde hace años, comparte el fruto y la tarea de vermar de sus respectivas fincas. Los amigos mezclan el fruto de sus fincas, se reparten el trabajo y después también el vino.

Las responsabilidades políticas no han impedido que Sampol dedicara ayer la jornada festiva del domingo a seguir con la tradición familiar de vermar su propia finca y preparar el caldo que dentro de unos tres meses estará listo para su consumo.

El vicepresidente indica que «en un solo día realizamos todo el proceso, por eso lo que hacemos es producir un vino clarete que vamos consumiendo durante todo el año, ya que para crear un vino más concentrado necesitaríamos un proceso mucho más largo y no disponemos del tiempo necesario para hacerlo».

La jornada se inició a primeras horas de la mañana y en las tareas, que comenzaron con la recolección de la uva, participaron tres generaciones de las dos familias de Montuïri. Todos, abuelas, padres e hijos trabajaron duramente para que todo quedara listo.

Después de llenar las vasijas portadoras, toda la recolecta de este año fue trasladada a las casas para hacer seguir a la uva recién cogida todo el proceso necesario para que se convierta en vino. Para ello utilizan utensilios completamente artesanos. La prensa que usan tiene más de cien años y ha sido conservada celosamente por la familia Amengual Mora. Todo se hace manualmente, incluso el embotellado del caldo, que se hará con una máquina casera, una a una, y a mano, después de que el vino haya fermentado y esté listo para embotellar.