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Ha sido la crisis más corta del Pacte de Progrés. En menos de 24 horas, la formación Els Verds pasó de amenazar con no apoyar el proyecto de ecotasa a garantizar sus votos al Pacte de Progrés, aunque no se acepten todas sus enmiendas. Semejante cambio de actitud se debió, según reconoció el coordinador de Els Verds, Jordi López, a una «disfunción en el funcionamiento».

Sin embargo, a pesar de que el apoyo a la ecotasa es seguro, López anunció también que Els Verds recoge el guante lanzado por el president del Govern, Francesc Antich, y abrirá el debate para decidir si la formación ecologista continúa o no en el Ejecutivo. El coordinador de Els Verds reconoció que en este partido existen dos sensibilidades diferentes con respecto a la permanencia en el Govern.

Por lo que respecta a los problemas suscitados con la ecotasa, López admitió que Els Verds habían cometido un error «en cierta medida». Estas dificultades se arreglaron en una reunión conjunta que mantuvieron representantes de todos los grupos políticos del Pacte ayer por la tarde. De hecho, la crisis creada en torno a la ecotasa se debió a que Els Verds no respetaron los mecanismos establecidos por el Pacte para presentar las enmiendas.

El coordinador de Esquerra Unida, Eberhard Grosske, explicó que el Pacte estipula que los partidos deberán presentar las enmiendas previamente al resto de formaciones antes de que éstas sean registradas en el Parlament. Añadió que las enmiendas se discuten y aquellas que son asumidas por todas las formaciones se incorporan al debate parlamentario. El coordinador de EU, que actuó de portavoz de los partidos, aseguró que la presentación de enmiendas a la ecotasa por parte de Els Verds se salía de estos mecanismos habituales, lo que había generado la crisis y el malestar entre los firmantes del Pacte.

Para tratar de resolver el problema, Grosske aseguró que las formaciones políticas están dispuestas a estudiar las enmiendas de Els Verds, pero sólo seguirán adelante aquellas que cuenten con el apoyo de todos; las demás, serán retiradas. Es decir, harán la misma labor de negociación, pero con las enmiendas ya registradas en el Parlament.