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La juez que investiga el denominado «caso Cruz Roja» cree que Pere Vallespir, jefe de gabinete de la Conselleria de Sanitat, acusado por Esquerra Unida (EU) de un supuesto delito de apropiación indebida, «ha caído en una trampa», según confirmó ayer la letrada de Vallespir, Marta Rossell a la salida de la declaración realizada por el presidente de la Cruz Roja, Gerardo Bonet.

«Yo creo», dijo Rossell, «que esto es una trampa, como incluso dijo su señoría, quien se preguntó cómo es posible que se le hiciera esta trampa al señor Vallespir». «Está claro que es un tema político», precisó. EU acusa a Vallespir de haberse apropiado de un total de 55.000 pesetas que fueron aportadas por particulares en calidad de donación, cuestión que sustenta con una presunta grabación del instante en que el acusado recibe los dos cheques por ese importe.

El presidente de la Cruz Roja de Balears, Gerardo Bonet, inauguró ayer el turno de declaraciones ante la juez que instruye la denuncia por el presunto delito de apropiación indebida presentada por EU en contra del ex responsable de esa entidad, Pere Vallespir. «La Cruz Roja no acusa a nadie», dijo Bonet que fue citado por la titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Palma para que se pronunciara sobre la denuncia, en la primera de las actuaciones encaminadas a esclarecer unos hechos que afectan al actual jefe de gabinete de la Conselleria de Sanitat, Pere Vallespir.

«Cruz Roja no ha hecho ninguna acusación, porque ésta salió de otro sitio. No sé si hay un trasfondo político, pero el prestigio alcanzado por Cruz Roja es muy grande y me parece exagerado intentar perjudicar a la institución por 55.000 pesetas», dijo Bonet a los medios de comunicación.