En la imagen, el lujoso comedor del crucero «Millenium».

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El Millennium, el mayor trasatlántico de cruceros de cuantos han visitado el puerto de Palma, fue presentado ayer de forma oficial tras una breve escala técnica la pasada semana. Una ocasión que permitió admirar sus lujosos salones públicos, entre los que destaca la reencarnación del Olympic Restaurant, que lució el gemelo del Titanic y despues fue conservado en una mansión inglesa.

La presencia del nuevo titán de los mares en Mallorca, producto de los astilleros franceses Chantiers de l'Atlantique y bajo el gallardete greco-americano de Celebrity, fue objeto de una recepción con la tradicional entrega de una metopa conmemorativa por parte del presidente de la Autoritat Portuària, Francesc Triay, al capitán del buque, en presencia del consignatario de Transcoma, Erique Oliver; los regidors del Ajuntament Joan Bauzá y Carme Feliu, junto a la presidenta de Ibatur, Tiffanny Blackman.

El Millenium es el primer paquebote propulsado por turbinas de gas, capaces de propulsarlo a más de 24 nudos y a bordo puede alojar a 2.450 pasajeros y 999 tripulantes en unas instalaciones que le convierten en una auténtica ciudad flotante. Once cubiertas que entre ascensores de cristal, encierran un gigantesco comedor panorámico a popa, que permite cenar contemplando la estela de espuma. O jugar a la ruleta en un casino con estatuas clásicas al estilo de Montecarlo. Tambien se puede asistir a una función teatral en un anfiteatro gigante. O bañarse en piscinas de fábula bajo un techo transparente entre esculturas contemporáneas. O ir de tiendas en un centro comercial con calles llenas de escaparates. O sentarse en una poltrona del mejor club privado.

Porque a bordo del Millennium, dotado con cinco cubiertas de apartamentos con terraza privada, se pierde la sensación de viajar en barco. Un sueño que ha costado cerca de cien mil millones de pesetas y al que se puede acceder al precio de medio millón por semana de crucero.