Bajo el lema «El món no és una mercaderia», el Moviment de
Resistència Global-Plataforma de Mallorca concentro ayer a cerca de
doscientos ciudadanos de Palma, en la Plaça Joan Carles I, para a
participar en una protesta en contra los efectos perversos de la
globalización de la economía.
Integran este movimiento ciudadano CC OO, UGT, CGT, STEI, Unión
de Pagesos, SEM, Pau i Solidaritat, Sindicat d'Estudiants,
Cristians pel Socialisme, Amics de la Terra, GOB, Federació
d'Associacions de Veïns, Veterinaris sense Fronteres, Veïns sense
Fronteres, ISCOD, Els Verds, EU, PSM, Revolta y Plataforma
antimilitarista, que pretende activar este debate en las Islas, ya
que opinan que «el abandono del campo y la 'balearización',
resultados del monocultivo turístico, son los efectos de la
globalización aquí, en nuestra casa».
Estas organizaciones se suman con esta acción desde Mallorca a
las movilizaciones que se llevan a cabo estos días en Praga,
coincidiendo con la cumbre del Fondo Monetario Internacional, Banco
Mundial y G-7, las cuales, según la Plataforma, «atentan
directamente contra los derechos fundamentales de las personas y
quieren imponer la dictadura de las multinacionales».
El Moviment de Resistència Global-Plataforma de Mallorca se
manifiesta de acuerdo con las voces que se alzaron en Seattle,
Washington, Porto y Praga contra los organismos internacionales que
representan los intereses de las multinacionales. Así lo expresaron
a través de la lectura de un manifiesto, en el que exigieron un
control democrático de la economía que permita enderezar el
desequilibrio entre ricos y pobres, impedir la destrucción del
medio ambiente y devolver a los trabajadores y las minorías sus
derechos.
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