Ramón Colombás cierra el establecimiento un día de éstos. Foto: JULIÁN AGUIRRE.

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La zapatería la fundó su padre, Benito Colombás, representante de calzado "recuerda Ramón", a quien, cada vez que echa la vista atrás, se le humedecen los ojos. Normal, ¡son tantos años, tantos recuerdos! «¿Que por qué la llamamos Calzados Dados? El nombre se le ocurrió a mi padre una tarde que estaba en el bar que había en frente de donde estaba el cuartel de la policía nacional, al lado del Balear. Esa tarde, en una mesa que estaba a su lado había dos jugando a dados. Y con Dados se quedó. «El nombre lo tenemos patentado», dice.

Fue siempre una zapatería para la gente del pueblo. Su lema era calidad a buen precio. He visto zapatos que aquí vendemos, por ejemplo, a 6.000 pesetas y que en otras partes, los mismos, están al doble. Al principio, y hasta los 70, traíamos los zapatos de las fábricas de Mallorca; ahora de Elche y Elda».

Ramón Colombás, que fue concejal del Ajuntament de Palma y presidente de la Juventud Antoniana, de la cual es ahora presidente de honor, nos dice que en la tienda ha estado toda la vida, «pues de pequeño iba a clases por la noche y durante el día estaba aquí, ayudando a mi padre», quien entre otras ideas tuvo las de establecer unos descuentos para jubilados y pensionistas, y más adelante a familias numerosas y comunidades. También creó el Azarín, un juego con premios. «Era como una ruleta que el cliente, una vez que había pagado los zapatos, ponía en movimiento. Si la flecha quedaba sobre el día en que estábamos, se le devolvía el dinero», recuerda Conchi, su fiel empleada.