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Las Damas achacaron la relativamente poca asistencia al mal tiempo. «La moto requiere, como mucho, fresquito, no lluvia "nos decía un participante". Por eso algunos no han venido».

Tras inscribirse "y abonar la cuota con la que se sufragan los gastos de la diada motera", se efectuó la salida en dirección hacia la autopista del aeropuerto, con salida por s'Aranjassa. Sin prisas, y siempre atentos a los motoristas con peto amarillo "motoristas de la organización", fueron cubriendo las distintas etapas de las que constaba el recorrido: Llucmajor, Porreres, Montuïri, Sant Joan, Petra, Santa Margalida, Can Picafort. Muro, deteniéndose en el restaurante de Ses Cases de Son San Martí, donde almorzaron a base de arròs brut, lechona, paletilla de cordero, pijama de postre, café, etc. A continuación jugaron a las cintas, con premios a los ganadores, y disputaron una carrera lenta. ¡Ah!, tengo entendido que se sorteó también un viaje a Eivissa para dos personas más la moto.