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La situación de la asistencia psiquiátrica en Mallorca es «caótica» por falta de recursos (físicos y humanos) y el problema es más grave que otros tan acuciantes que azotan a la Isla como son la basura o el agua. Así lo expone el Sindicato Médico de Balears (SMB) que por medio de Miguel Lázaro, psiquiatra de Son Dureta y responsable de hospitales dentro del sindicato, asegura que «estamos hablando de personas y familias que sufren y también de profesionales que hacen más de lo que pueden provocándoles un estrés que afecta a la calidad asistencial».

Los perjuicios que esta falta de medios provoca se traduce en que se estén dando altas sin estar el paciente bien del todo, recaídas y reingresos, se cronofiquen situaciones que podrían evitarse o que los pacientes ante la demora a ser atendidos tiendan a buscar refugio en el alcohol o la droga. Lázaro no duda en señalar que en salud mental y atención psiquiátrica «estamos colocados los últimos de España». A ello hay que añadir unas perspectivas nada halagüeñas. Cada vez hay más trastornos mentales y la depresión será la enfermedad que más discapacidad va a generar.

El número de camas para tratar enfermos agudos en los hospitales es «insuficiente». Son Dureta cuenta con 16 camas (dos más si se tiene en cuenta la Unidad de Trastornos de la Alimentación en la que existe una demora media de seis meses) a las que se suman entre 45 y 60 camas concertadas con el Hospital Psiquiátrico. El SMB expone que como mínimo debería haber 100 camas para atender la demanda. «Hay que abrir camas ya», advierten. Entre tanto, en un hecho que califican de indignante, la Fundación Hospital de Manacor carece de camas de hospitalización para enfermos mentales. Al mismo tiempo, el sindicato explica que para atender a niños y jóvenes sólo hay un psiquiatra y un psicólogo «por lo que no se puede decir que con estos insuficientes recursos, haya una unidad infanto-juvenil desarrollada».