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Los astilleros Astipal de Palma presentan hoy la primera transformación de un remolcador oceánico en yate de lujo. Un acontecimiento a escala nacional, según indicó a Ultima Hora Antonio Román Medina, gerente de la empresa.

La obra, de diseño propio, se inició en noviembre de 1998 al llegar el «Seawolfe» (lobo marino) a Palma a remolque y pintado de gris, tras un largo historial alrededor del mundo y concluirá en un plazo de seis meses. El anónimo buque era el histórico «Clyde» holandés de 1957, considerado como una de las mejores unidades en su especialidad de la época. En su hoja de servicio bajo sucesivos pabellones de los Países Bajos, Grecia y Alemania, figuraban desde salvamentos marítimos en las peores condiciones de temporal al remolque de un portaaviones desde Estados Unidos al Japón. Toda una garantía de robustez y maniobrabilidad.

Desde entonces, en Palma ha sido sometido a una rehabilitación general en que se han utilizado 10.000 litros de masilla y 22.000 litros de pinturas navales Hempel, que han recubierto su grueso casco de acero remachado. También se han desmontado los dos motores de 1.400 caballos de potencia y se han instalado 20 kilómetros de cables, operación en que se habrán invertido 1.500 millones de pesetas, para ofrecerlo al mercado de alto standing por 12 millones de dólares.