Los trabajadores del Port de Palma se manifestaron ayer frente la Autoritat Portuária de Balears.

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Las huelgas en el sector del transporte y el bloqueo realizado por los pescadores como protesta por la subida del precio del carburante ha provocado unas pérdidas económicas superiores a los 1.000 millones en las Islas, según la patronal CAEB, la Asociación Provincial de Empresarios de Actividades Marítimas (APEAM) y la PIMEM.

El presidente de APEAM, Antonio Grávalos, calificaba ayer de catastrófico el efecto de la huelga, «la paralización de los barcos ha supuesto una sangría económica durante estos días de conflicto cercana a los 700 millones de pesetas a las navieras. Tras la desconvocatoria esperamos que se vaya normalizando el tráfico de mercancías durante los próximos días, para el lunes operar como cualquier día del año».

Desde la CAEB y la PIMEM añadían que el efecto negativo de estos conflictos, tanto en el transporte como en el del taxi, ha tenido las lógicas repercusiones económicas, «la cifra global no se puede calcular con exactitud, pero las pérdidas de las navieras, más la jornada de paro de los taxis y la paralización del transporte por carretera por falta de mercancías, se puede traducir en algo más de 1.000 millones en las Islas».

Los trabajadores de la Autoritat Portuària de Balears, por su parte, amenazan con paralizar los puertos de Palma, Eivissa, Alcúdia, Maó y la Sabina con la convocatoria de una huelga los días 2 y 3 de noviembre si no se desbloquea la negociación colectiva, según señalaba ayer el presidente del comité de empresa de la Autoridad Portuària de Balears, Antoni Martín. Los representantes sindicales denunciaron ayer ante la sede de la Autoritat Portuária de Balears, donde realizaron una concentración de dos horas los trabajadores del Port, que la Comisión Ejecutiva de la Comisión Interministerial de Retribuciones (CECIR) está paralizando la revisión salarial pactada entre sindicatos y autoridades portuarias.