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La titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Palma tomó declaración ayer al jefe de gabinete de la Conselleria de Sanitat, Pere Vallespir, que está acusado de apropiación indebida en el denominado «caso Cruz Roja». Vallespir, que fue denunciado por Esquerra Unida por presuntas irregularidades cuando desempeñaba las funciones de secretario de Cruz Roja, se negó a responder a las preguntas del abogado de la entidad benéfica.

«Mi cliente no respondió porque desea saber si la Cruz Roja está personada en la causa como acusación particular, o no, ya que nuesta impresión es que esa institución está practicando un doble juego», dijo a este diario la abogada de Vallespir, Marta Rossell. En la toma de declaración a Vallespir, que se prolongó durante una hora y media, también estuvo presente el fiscal. El «caso Cruz Roja» nació después de que Esquerra Unida, a través del senador Manuel Cámara, enviara a la Fiscalía de Balears una serie de documentos que dejaban al descubierto, al parecer, diversas irregularidades contables cometidas por Vallespir. Hasta ahora, también ha declarado ante la juez el presidente de Cruz Roja, Gerardo Bonet.

Las dos «donaciones trampa» de 25.000 y 30.000 pesetas que un detective privado entregó en junio de 1999 al entonces secretario de la Cruz Roja, y ahora jefe de gabinete de la Conselleria de Sanitat, fueron grabadas con una cámara oculta y en la actualidad el dossier se encuentra en el juzgado que tramita el sumario sobre las supuestas irregularidades contables. El ingreso de las «donaciones trampa» se efectuó por parte de Vallespir el 1 de julio de 1999, cuando ya estaba fuera de la Cruz Roja. La gravedad de las acusaciones aconsejaron al fiscal jefe de Balears, Antonio de Vicente Tutor, trasladar el denominado «caso Cruz Roja» al juez con el objetivo de que sea investigado «a fondo».