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Los socios de la Casa Regional Valenciana de Palma vivieron ayer una alegre jornada con motivo de la fiesta de la Comunidad Valenciana.

A las once y media de la mañana en la iglesia del Socorro de los padres Agustinos hubo una ofrenda floral a la Virgen de los Desamparados. La capilla y retablo donde quedó para su culto fue bendecida por el padre Agustín Martí, asistido por el rector, Félix Carmona. Actuó como padrino de la ceremonia el concejal de Infraestructuras del Ajuntament de Palma, José María Rodríguez, a quien acompañaron las pequeñas representantes de las tres provincias valencianas, María Gabriela Flores, Silvia Díaz y Beatriz Sanahuja, además del presidente de la Casa Regional, Francisco Herrero, y la fallera mayor 2000, Raquel Fraile.

Entre los invitados estuvieron la concejal María José Frau; el presidente de la Casa Catalana, Josep Planas Montanyá; Nuria Dalmau y las Pubillas 2000, Maria Àngels y Paula, además de los representantes del Centro Galego de Mallorca.

Después de la misa, que presidió el padre Agustín Martí, se inició un pasacalles amenizado por la banda s'Almudaina, que recorrió las calles Sol, Plaça de Cort, Colón, Plaça Major, Sant Miquel, para acabar en la explanada de la Plaça d'Espanya. En este colorista desfile participaron miembros de las asociaciones All i Pebre, El Toro y Casa Regional Valenciana, ataviados con vistosos trajes de sus respectivas provincias, además de los que optaron por lucir el típico blusón de color negro.

En la Plaça d'Espanya el presidente de la Casa Regional, Francisco Herrero, y el concejal José María Rodríguez ofrendaron una corona de laurel a la efigie del Rei en Jaume y se encendieron en torno al monumento una atronadora traca, que fue muy aplaudida.