Guillermo Méndez, a sus 32 años de edad, se ha convertido en el nuevo chef de cocina del prestigioso restaurante El Olivo del hotel La Residencia de Deià.
Nació en Sóller y desde los 12 años tuvo claro que quería ser cocinero, aunque su madre en un principio se opuso y para convencer al pequeño Guillermo de que el mundo entre los fogones era muy duro, lo puso a trabajar, como castigo, en el restaurante Olas, donde el joven descubrió, aún más, su pasión por la cocina, al lado de Juan Vicens Seguí, propietario del restaurante.
Tras diez años en la compañía de Richard Brandson, ha pasado a ocupar un puesto de gran importancia para cualquier profesional. En su currículum consta el premio de cocina en el Campeonato de Baleares y cuarto puesto en el Campeonato de España.
Apuesta por «la cocina mediterránea, considero que los productos naturales y autóctonos como la oliva y el pan son esenciales en cualquier mesa». Su especialidad es una antigua receta de su abuela elaborada a base de un buen filete de salmonete, con tomate seco, aceitunas y queso mallorquín.
Por otro lado, entre sus platos preferidos está el medallón de lubina con calamar en salsa de tinta y el lomo de cordero, sobre todo, de la Serra de Tramuntana, envuelto en jamón de jabugo.
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