Los aragoneses se volcaron en la ofrenda floral a su patrona.

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Los integrantes del Centro Aragonés de Palma vivieron una alegre jornada con motivo de la festividad de su patrona, Nuestra Señora del Pilar.

El público abarrotó por completo la iglesia de San Sebastián, donde se celebró la ceremonia religiosa, que contó con la asistencia del presidente del centro, Santiago Anadón; las reinas mayor e infantil del Pilar 2000, Montse Martínez y Magdalena Muñoz, con sus respectivas damas de honor, María del Mar Rodríguez e Isabel Perona; la consellera de Sanitat, Aina Salom; el concejal Jordi Llabrés, y el director de Asuntos Institucionales del Govern balear, Pere Fullana.

Gran cantidad de ramos y centros florales portados por aragoneses y muchachas ataviadas con sus trajes regionales, fueron depositados a los pies de la imagen de la Virgen antes de comenzar la misa baturra que presidió el rector, Alfredo Miralles, asistido por el padre Luís Añorbe, cuya homilía estuvo a cargo del superior de los Jesuitas de Palma, José María Casasnovas.

Las reinas de las fiestas, damas de honor y los socios más pequeños fueron los encargados de portar las ofrendas. Antes del ofertorio, como es costumbre, la reina de las fiestas, Montse Martínez, bailó una jota aragonesa en el altar mayor, de armoniosa ejecución, que fue acompañada por el coro del Cuadro de Jotas del Centro Aragonés.

Finalizada la Eucaristía, los socios se reunieron en una comida en la que fueron nombrados Baturros del 2000, José Ignacio de Miguel y José María Hernández.