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El crecimiento demográfico desmesurado, los movimientos de la población estable hacia determinadas zonas y los retrasos sostenidos en la creación de nuevas infraestructuras hospitalarias (Son Llàtzer, Inca) empiezan a reflejar la insuficiencia de la atención primaria en las Illes: ya no hay suficiente con la actual red de centros sanitarios, de salud y puntos de atención continuada que hasta ahora ofrecían «una de las mejores atenciones del Estado», como frecuentemente lo ha valorado el gerente del Insalud, Javier Rodrigo de Santos, sin que nadie lo haya contradicho.

Los cálculos de Sanitat se centran en un incremento de la población de cien mil personas en diez años. La fecha exacta no se conocerá hasta el censo del año que viene, y puede ser superior a esta cantidad.

De hecho, a lo largo de los últimos años se han incrementado por parte del Govern balear los recursos económicos para crear centros sanitarios y de salud en las Illes: el conseller Francesc Fiol, del PP, creó 18 recursos nuevos y reformó 8; la consellera Salom ha acordado 11 nuevos centros en un año y promueve la reforma de 6, y prevé que la lista aumente a lo largo de las próximas semanas con protocolos y convenios para Banyalbufar, Sant Joan, Porreres, Marratxí (uno de los puntos que recibe mayor presión demográfica en la actualidad ), Vilafranca y la Mola (en Formentera, la isla peor tratada hasta ahora en materia sanitaria, junto con Eivissa), entre otros.