TW
0

La compañía Trasmediterránea está «evaluando» la situación planteada al convertirse en objetivo de la banda ETA y sus portavoces no realizarán declaraciones hasta conocer «con exactitud» cuáles eran las intenciones de los terroristas. La portavoz de la Tras en Madrid, Esperanza García, explicó a este diario que por el momento «la compañía no realizará comentario alguno al respecto», a la espera de tener acceso a más información.

Las noticias contradictorias sobre el barco, el trayecto y la estrategia que iban a seguir los terroristas para llevar a cabo sus planes, seguían, ayer, acaparando todo el interés informativo. Como se sabe, los dos integrantes del comando Andalucía de ETA, detenidos en Sevilla luego del asesinato de un coronel médico del Ejército, son sospechosos de intentar, en agosto pasado, atentar contra un «ferry» que se dirigía a Eivissa o a Palma.

Esos dos etarras, Igor Solana y Harriet Iragi, planeaban subir a bordo del trasbordador que realiza el trayecto entre Valencia y Eivissa o Palma "el trayecto del barco sigue siendo una incógnita" un coche bomba con 100 kilos de explosivos. Este vehículo debía ser entregado por otros militantes de ETA. Según algunas informaciones, una de las hipótesis más probable es que este vehículo estaba destinado para explotar en el interior del trasbordador justo antes de iniciar las maniobras de salida.

Pero, el coche bomba nunca llegó a destino: la Guardia Civil lo encontró el 15 de agosto abandonado al borde una ruta nacional en Benabarre, en Aragón, donde los activistas encargados de conducirlo a destino tuvieron que abandonarlo por un desperfecto. El barco elegido por ETA debía unir Valencia con Eivissa o Palma, aunque algunos medios sólo se refieren a la isla pitiusa, y otros, sólo a Palma. También, se dice que el coche debía explosionar «en plena travesía» para causar un efecto espectacular. Sin embargo, otras informaciones afirman que el plan era el de hacer estallar el coche-bomba en el mismo puerto de Valencia.