El cielo encapotado de ayer tarde hacía presagiar lo peor. Pero no llovió y salió el esperado «carro de la Beata». También miles de palmesanos que disfrutaron con esta tradicional fiesta. Suponemos que Santa Catalina Thomàs intervino desde «arriba» y no se truncó la ilusión de todos los participantes, sobre todo de la beateta, Margalida Auba Amer, que presidió rodeada de su corte el santo vehículo. La cabalgata del 2000 se caracterizó por una notable participación de colles de xeremies, agrupaciones folklóricas y carrozas. No así de bandas de música, desfilando únicamente seis que interpretaron como tonada única Sor Tomasseta. También participaron dimonis y varios carretones tirados por ponys de Son Ferriol. El desfile se inició en el Passeig Mallorca encabezado por la Sección Montada de la Policía Local, tamboreres de la Sala y el padrí de la Beata.
El «carro» triunfó
El público de Palma no temió al mal tiempo y acudió a presenciar por las calles la típica cabalgata de la Beata que presidió la «beateta 2000», Margalida Auba Amer
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