La Conselleria de Turisme ha ultimado el borrador de la propuesta
de anteproyecto de la Ley de Ordenación del Sector Turístico, paso
previo para derogar la antigua Ley General de Turismo aprobada en
1999 por el Govern del PP e incluir una serie de modificaciones
sustanciales.
Entre los principales cambios que introduce se recoge la
creación del Institut Balear de Qualitat Turística, que tendrá como
funciones crear y establecer un baremo de calidad de los
establecimientos turísticos, emitir informes sobre los planes de
modernización y la adjudicación de las plazas de crecimiento de la
oferta de alojamiento.
A diferencia de la Ley General de Turismo aprobada por el
anterior Ejecutivo en 1999, el anteproyecto del Govern del Pacte de
Progrés pasa de los 79 artículos vigentes todavía a los 120
artículos y 22 disposiciones del anteproyecto de ley, circunstancia
que es criticada por el sector turístico por el grado de
intervencionismo que conlleva la aplicación de la ley que quiere
aprobar el Govern, cuando el conseller de Turisme, Celestí Alomar,
había anunciado que iba a simplificar la Ley General de Turismo al
máximo.
Uno de los aspectos positivos del anteproyecto es que desde el
punto de vista jurídico está mejor redactada que la LGT y se carga
de forma definitiva la «bolsa de camas», que fue criticada por todo
el sector turístico por la distorsión que creaba en las zonas
turísticas.
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