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Diversos vecinos de la zona de ses Cadenes, en Llucmajor, llevan tiempo quejándose del vertido de escombros, por parte de camiones, en varias canteras situadas cerca de ese espacio. Recientemente fue cerrada de forma definitiva la cantera de Can Ramis, pero según denuncia Rafael Rosselló, residente en la zona, continúan abiertas las canteras de Son Monjo, «que se ha llenado en esta última semana», y la de la Ponderosa. «La Policía Local nos ha dicho que estas canteras no tienen licencia ni de extracción ni para ser usadas como vertedero», señaló Rosselló.

Precisamente, ligado a esta problemática se produjo ayer por la mañana, a las 08.30 horas, un incidente, cuando coincideron en un cruce (el que conecta el camino de Can Palmer con el camino que conduce a la Ponderosa) un camión, el coche de Rosselló y una pala extractora. Era necesario que alguno de los tres diera marcha atrás para que los otros dos pudieran pasar. El camión intentó retroceder, pero en ese momento, tras él, otro camión llegó y en pocos minutos ya eran varios los camiones que ocupaban, en hilera, parte del camino.

La pala extractora tenía mayores dificultades de movimiento, así que en principio quien tenía mayor facilidad para retroceder era el coche de Rosselló, pero, ante la conflictiva situación creada, optó por permanecer donde se había parado, «un poco como acto de protesta por los vertederos que tenemos aquí. Vienen camiones desde toda Mallorca. Algunos incluso han tirado basura en el cauce del Torrent dels Jueus».

Tanto los transportistas como Rosselló requirieron la presencia de la Policía Local para aclarar la situación, y minutos antes de las 12.00 horas vinieron policías de Palma y de Llucmajor, pues ses Cadenes limita con ambas poblaciones.