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El presidente del Govern, Francesc Antich, decidió ayer visitar por sorpresa las obras del hospital Son Llàtzer de Palma y pronosticó que el edificio «no estará abierto en el verano del año 2001», en contra de la postura de la ministra de Sanidad, Celia Villalobos. Antich optó por acudir directamente al futuro hospital y visitar sus instalaciones después de que el viernes la ministra de Sanidad, acompañada por Jaume Matas, revisase las obras de Son Llatzer sin invitar a ningún representante del Govern.

«Cuando he salido esta mañana "ayer para el lector" de mi casa de Algaida he llamado a la delegada del Gobierno para comunicarle que visitaría las obras de Son Llàtzer. He acudido al centro y el jefe de la obra me ha enseñado el estado de la construcción y puedo asegurar que el edificio no estará funcionando en el verano del año 2001», vaticinó Antich, quien realizó la visita acompañado por la consellera de Sanitat, Aina Salom. «La consellera y yo nos hemos encontrado en la rotonda de Son Ferriol de casualidad», ironizó Antich, quien quería visitar personalmente Son Llàtzer «porque ya no nos fiamos de lo que nos dice el Insalud». Antich reconoció que entró en el hospital sin esperar a que desde el Insalud se autorizase su visita a las obras.

El president lamentó la falta de respeto «demostrada por Villalobos y Matas» al acudir el viernes, por sorpresa, a Son Llàtzer. «El Govern pidió a la ministra que quería ver el edificio. Lo hemos reclamado en varias ocasiones, pero siempre nos han puesto alguna excusa. Hace sólo unos días nos dijeron desde el Ministerio de Sanidad que la ministra tenía graves problemas de agenda y que no podía visitar Son Llàtzer, pero Villalobos compareció el viernes en las obras», criticó el presidente del Govern.