TW
0

Mañana, 8 de noviembre del año 2000, tendrá lugar el último sorteo de asignación de destinos para realizar la mili. Se cierra, así, un período de casi 200 años que se inició con la Constitución de 1812. Los jóvenes nacidos a partir del 1 de enero de 1983 se verán desligados así de una obligación que muchos de ellos califican de retrógada. La mayoría de ellos hace ya algo más de uno año que conoce que no serán llamados a filas. Y es que es un tema que, hace unos años, marcaba de por vida.

Así lo han corroborado cinco de los «librados», estudiantes todos de primero de bachiller del Institut Politècnic de Palma. Sergio Fenoy, Guillermo Crespí, Daniel Navarro, Emilio Jesús Fernández y Carles Picornell coinciden en afirmar que no les interesa pasar un periodo obligatorio «sirviendo» a la patria..., bueno, la verdad es que Guillermo Seguí hace la típica broma para decir «yo quería pasar por la mili para hacerme más macho» y Carles Picornell replica, siguiendo la broma, que lo que él desea es «besar la bandera». Aunque este último lleva, guardada en su cartera, la circular que ha encontrado sobre el tablón de Secretaría «dirigida a los padres de hijos/as de 14 años en adelante» para el ingreso en las fuerzas armadas profesionales.

Carles, de Sant Elm, y nacido el 21 de febrero del 83, ha llamado al número de información gratuita que aparece allí. El tema de tener un oficio para el día de mañana le ha interesado... hasta llegar al siempre peliagudo tema de las «pelas»: «Pagan muy mal» concluye, y da por zanjado su interés por el ejército profesional.

En el sorteo de mañana entrarán poco más de 90.000 reclutas en toda España. Según parece, muchos alegarán en última instancia objeción de conciencia o, incluso, ni siquiera se presentarán. Los que sí cumplan con este deber que caduca no tendrán que salir de su Comunitat a hacer la mili a no ser que hayan pedido expresamente esta opción.