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'El niño de las monjas' torea mañana una vaquilla en Son Rossinyol
Àngel Martínez Lebrero, «El niño de las Monjas», torea mañana en la plaza de toros de Son Rossinyol (Sineu). En esta ocasión no tendrá necesidad de lanzarse al ruedo, como espontáneo, como hizo este verano, sino que la vaquilla es enterita para él, lo cual, a sus 52 años, le hace mucha ilusión. Àngel, a quien habrán visto dando capotazos en la plazoleta que hay frente a la gasolinera de las Avenidas ante un público imaginario que llena a rebosar un coso no menos imaginario, nació en San Sebastián. Abandonado por su madre en la Inclusa, se pasó viviendo en ella, con las monjas, hasta los 12 años. Ya de mayor, tras buscarla por toda España, encontró a la madre, quien, en vez de acogerle en sus brazos, le rechazó. A partir de ahí llevó una vida de lo más errante. Siempre a pie, a veces en autoestop y cuando no tenía más remedio, en tren, pero sin billete. Como desde siempre le tiró el mundo del toro, en que quiso destacar como torero, probó en muchas tanteas. Incluso, furtivamente, con otros maletillas sabe lo que es el toro y la luna, aunque ignora si alguna vez éste estuvo enamorado de aquélla. «Entrábamos en las fincas de noche, apartábamos dos toros, los metíamos en el corral y los toreábamos. Eso sí, uno se queda vigilando, porque como te pillaran, o te detenían o te pegaban un tiro. Así que había que tener muchas pelotas para hacer lo que hacíamos».