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Se llama Víctor. Probablemente sea uno de los tipos más conocidos de la Isla, sobre todo por parte de quienes cada domingo van a Son Moix "y antes al Luis Sitjar" a ver los partidos del Mallorca, puesto que suele hacer exhibiciones con el balón que ni el mejor malabarista.

Víctor fue jugador de fútbol. Llegó a vestir la camiseta del Sporting de Gijón en tiempos de Quini, y luego jugó con otros equipos de aquella comunidad. «Y cuando hice la mili, aquí, en Mallorca, jugué con el San Remo, ya desaparecido».

Como malabarista del balón, dice que le descubrió Tolo Cursach, hace años, «viéndome entrenar en la Platja de Palma», donde ha estado prácticamente todo este verano, sobre todo en los meses de los kegel club, animándolos. «Como les ha gustado lo que hago, un grupo me ha contratado para que vaya a Bremen, a realizar una serie de exhibiciones».

El oficio de Víctor es el de cristalero. Ha trabajado en Gordiola, Suiza, Barcelona, pero ahora está en el paro. ¿Que si le paga el Mallorca por entretener al público antes del partido y durante los descansos? «Ni una peseta me da. Me deja entrar gratis al fútbol, pero ¿y qué?, si yo de fútbol sé más que El Sabio. Lo que quisiera es que, y más ahora estando en el paro, me diera unas pesetillas, aunque si no lo hace tampoco pasa nada, pues yo lo que quiero es entretener a la gente, a los niños sobre todo, y que de paso vean lo sano y bueno que es hacer deporte. El único que tuvo un detalle conmigo "apostilla David" fue Asensio, que me pagó el viaje a Birmingham».