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J.RODRÍGUEZ/M.GONZÀLEZ
El vicepresident del Govern y conseller d'Economia, Comerç i Indústria, Pere Sampol, aseguró ayer que a él tampoco le gusta la altura propuesta por el proyecto ganador del concurso de ideas para el recinto ferial de Balears y que negociará con los arquitectos ganadores para que, a la hora de redactar el plan de ejecución, pueda modicarse el alza del complejo.

El jurado del concurso de ideas, compuesto por miembros del Govern, de Fires i Congress y destacados arquitectos evaluó los 56 proyectos presentados y, tras la correspondiente deliberación, eligió el denominado «Cecilia Ann» por, según consta en el acta, «dar una respuesta adecuada al programa y el buen entendimiento del edificio en su complejidad».

El proyecto ganador, que se realizará en tres fases y costará 4.679 millones de pesetas, contemplaba la realización de un edificio de aparcamiento y un bloque de oficinas de diez plantas para la Conselleria d'Economia, Comerç i Indústria y para la Cámara de Comercio de las Islas.

La magnificencia de los dos edificios, con una altura de 50 metros, ha generado una cierta polémica en los últimos días ya que, aseguran los detractores, favorecerá el impacto urbanístico en la zona. Las críticas al proyecto han sido tantas que el propio Sampol ha tenido que defender la transparencia e idoneidad del concurso y destacar la «magnífica» distribución de los tres pabellones de muestra, «independientes, pero unidos entre sí».

Para el vicepresident del Govern la solución propuesta por el equipo ganador para los aparcamientos y las oficinas «son malas» pero eso no significa, señaló, «que el detalle negativo de la altura vaya a invalidar todo un gran proyecto ya que se puede modificar a la hora de redactarlo».