Morro vuelve a dirigir el PSM, en un congreso con un 25 por ciento de votos de castigo. Foto: CURRO VIERA

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El tranquilo congreso del PSM concluyó ayer con un significativo número de votos de castigos contra la nueva ejecutiva, que fue apoyada por el 75'94 por ciento de los votos emitidos por los delegados. De los 279 militantes con derecho a voto, 142 apoyaron la lista encabezada por Mateu Morro, mientras 13 votaron en contra, 18 se abstuvieron y 2 emitieron un voto en blanco. Este 25 por ciento de votos que no apoyaron la nueva ejecutiva fue interpretado por la dirección del PSM como un castigo a la decisión de presentar una candidatura cerrada, en contra de la tradición de la formación nacionalista.

En los anteriores congresos los delegados daban su apoyo individual a cada uno de los integrantes de la ejecutiva. Ayer, en cambio, la lista estaba cerrada, un hecho que ya fue cuestionado en el debate que se produjo durante la primera jornada del congreso.

La candidatura de Sebastià Serra para presidir el Consell Polític tuvo más votos que la lista encabezada por Morro. Así, Serra obtuvo el 83'96 por ciento de los votos.

El castigo al sistema para votar a la ejecutiva planeó en el ambiente del congreso del PSM, pero Mateu Morro no hizo ninguna referencia a este hecho durante su discurso de clausura. Morro volvió a destacar que el PSM es un partido capaz de pactar con cualquier formación política, pero también se mostró muy orgulloso del cambio que ha llevado al Pacte de Progrés a llevar al PP a la oposición. «La alternancia política hacía falta y nos ha hecho ver que el poder no es patrimonio de ningún partido», opinó Morro.

El secretario general pidió al PSOE y PP que sean capaces de ponerse de acuerdo «para llegar a tener una fuerza muy importante para cambiar las relaciones con Madrid». «La nueva mayoría absoluta del PP ha deteriorado las relaciones entre las administraciones. Parece que en Madrid no han entendido que en Balears hay una nueva mayoría social», subrayó el dirigente nacionalista.