Entre 600 y 1.000 personas, la mayoría de ellas sindicalistas y muy
pocos empleados públicos en activo, se manifestaron ayer por las
calles céntricas de Palma contra la negativa del Gobierno a
negociar los salarios y la creación de empleo en la administración
pública.
Convocada por los sindicatos CC OO, UGT y CSI-CSIF, CEMSATSE,
SUP, UFP, ANPU y SAE, la manifestación estuvo encabezada por una
gran pancarta en la que se podía leer «El Gobierno central nos
quiere mudos». El acto de protesta de ayer fue decidido después de
que el Gobierno abandonara la Mesa General de Negociación e
impusieran unas medidas no negociadas a través de la Ley de
Presupuestos Generales del Estado «modificando la movilidad
geográfica de los funcionarios, manteniendo el límite del 25% en
cuanto a la tasa de reposición de vacantes y un aumento salarial
del 2% para todos los empleados públicos».
La manifestación de ayer, la segunda tras las del jueves pasado
es previa a la huelga convocada en todas las administraciones para
los días 14 y 15 de diciembre. El acto concluyó ante la sede de la
Delegación del Gobierno, entregando un escrito reivindicativo.
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