La decisión de Francesc Antich de frenar una remodelación en su
Govern provocó ayer nuevas reacciones entre los partidos que
integran el Pacte de Progrés y el propio PP, que acusó al president
del Ejecutivo de ser «poco fiable».
Maria Antònia Munar, presidenta del Consell Insular de Mallorca
y de Unió Mallorquina, calificó de «una tormenta en un vaso de
agua» la supuesta remodelación interna que, finalmente, no llegó a
producirse. «Antich debe tener la tranquilidad suficiente para
hacer los cambios en su Govern cuando él lo considere oportuno»,
opinó una comprensiva Munar ante la postura del president durante
la última semana. No obstante, los acontecimientos ocurridos ante
la desbaratada remodelación del gabinete autonómico han sido
cuestionados por los principales dirigentes de las filas
nacionalistas.
El que sí volvió a atacar con dureza a Antich fue González
Ortea. El portavoz del PP manifestó que lo ocurrido durante los
últimos días demuestra que «no se pueden fiar de Antich ni sus
consellers ni sus socios del Pacte de Progrés». «Además, los
miembros del Govern tienen poca dignidad. Si saben que el
presidente les llama inútiles lo que deberían hacer es presentar su
dimisión de manera inmediata; Misericòrdia Ramon y Josep Antoni
Ferrer deberían dimitir por dignidad», opinó José María González
Ortea.
El portavoz del PP también cree que el principal problema del
vicepresidente del Govern, Pere Sampol, quien fue criticado por el
propio president, es «que no quiere quedarse sin coche oficial».
«El coche azul ha podido con todo lo demás para Sampol y con el
resto de consellers a los que el president Antich ha puesto a caldo
en conversaciones privadas», declaró González Ortea. El PP
estudiará en los próximos días si llevará la polémica de la
remodelación frustrada del Govern al Parlament con alguna propuesta
política.
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