La aparición de un caso en Galicia del «mal de las vacas locas»,
(encefalopatía espongiforme bovina), ha provocado que en Balears
desciendan «de una forma alarmante» las ventas de carne de ternera
a pesar de que, tanto las autoridades como expertos, han reiterado
que los consumidores de la Isla no corren ningún peligro de
contagio. En un principio, el conocimiento del caso detectado en la
Península no afectó al consumo de carne de ternera en las Islas
pero, tras la amplia cobertura que del tema han efectuado los
medios de comunicación, la venta de las carnicerías descendió
notablemente, especialmente en los últimos días.
De nada sirvió que el conseller del sector, Mateu Morro, y los
dirigentes de las organizaciones agrícolas recordaran que en las
Islas se efectúan estrictos controles de la carne; que no se
utilizan piensos con harinas animales, (ya que es el principal
transmisor del virus de un animal a otro) y que los terneros se
matan antes de los 12 meses, (la enfermedad se desarrolla en
animales de más de 30 meses). Mientras tanto, la demanda ha caído
«en picado» según aseguran los carniceros y el gran beneficiado es
el sector pesquero, que en estos días ha incrementado las ventas
hasta en un 100 por cien en algunos casos, ya que, con la psicosis,
los consumidores prefieren comprar pescado.
Dependiendo de la carnicería que se consulte el descenso de
ventas se estima entre el 40 y el 60 por ciento pero todos
coinciden en desear que se acabe esta «injustificada» sensación de
miedo entre los clientes para volver a las ventas habituales.
«Nosotros no podemos combatir contra esta psicosis. Podemos hablar
con los clientes habituales y garantizarles la calidad sanitaria de
los productos pero las autoridades nos tendrían que ayudar en esta
tarea», reclamaba Isabel en su puesto del Mercat del Olivar.
Incluso la empresa del matadero, Carnilla, ha tenido que reducir
los sacrificios ante la falta de demanda.
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