«Por favor, ¿me puede dar un colutorio (enjuague bucal) genérico?».
Está claro que la campaña publicitaria encaminada a que hay que
pedir genéricos ha llegado a la población pero también ha puesto en
evidencia que más allá de que se debe pedir genéricos poca cosa más
saben los usuarios.
Lo primero de todo es que no hay genéricos de todos los
medicamentos, ni mucho menos, y que no todo lo que se vende en una
farmacia son medicamentos. Además, los fármacos afectados por esta
nueva medida del Gobierno para contener el gasto farmacéutico (se
prevé un ahorro de 20.000 millones en toda España) no son
todos.
Desde el pasado día 1 ha entrado en vigor el decreto de precios
de referencia que pretende contener el gasto farmacéutico dentro de
la Seguridad Social. Afecta a unos 600 medicamentos. Estos fármacos
se corresponden con 42 principios activos (de cada principio activo
hay varios medicamentos con nombres diferentes) con una eficacia
terapéutica idéntica (bioequivalentes).
Para cada principio activo, el Ministerio de Sanidad ha fijado
un precio de referencia que es lo que está dispuesto a financiar.
Si el medicamento recetado está por encima de ese precio de
referencia el farmacéutico deberá decírselo al usuario para que
éste escoja entre abonar la diferencia o llevarse el genérico que
le propondrá el farmacéutico y que tiene la misma calidad y
resultado en su salud que el que le prescribió su médico pero es
más barato. La aplicación de este decreto se está desarrollando con
normalidad.
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