Alrededor de 45 alumnos del colegio escandinavo de Palma celebraron ayer festividad de su país. A última hora de la tarde el coro de Santa Lucía recorrió desde la Plaça Major, pasando por el carrer Colom para llegar a la Plaça de Cort, encabezado por Ana Robuschi, que representó el papel de Santa Lucía luciendo la tradicional corona de velas encendidas y ataviada con la tradicional túnica blanca.
Al llegar a la puerta del Ajuntament, el alcalde, Joan Fageda, les recibió junto a otras autoridades entre las que se encontraba el cónsul de los Estados Unidos, Tummy Bestard, y su mujer, Olga, quien desde hace catorce años organiza esta fiesta en Cort. El coro de Santa Lucía deleitó con sus tradicionales canciones y villancicos al numeroso público. Antes, la banda municipal ya había interpretado algunos temas caldeando el ambiente. Los muchachos y mujeres que participaron en el día de ayer en las distintas actividades con motivo de la festividad de Santa Lucía, vivieron con intensa emoción el acto de ayer tarde.
Por otro lado, estos jóvenes de edades comprendidas entre los siete y los quince años de edad, celebraron durante la mañana, en el centro escandinavo, la festividad a base del típico café, bollos con sabor a azafrán y galletas que saben a canela. Toda una tradición de la enriquecida cultura de su tierra, que a pesar de encontrarse lejos de su país, continúan guardando con todo tipo de detalle en Mallorca. En esta ocasión la joven que representa a Santa Lucía, Ana Robuschi, destaca por ser morena y no rubia como es tradicional, entre las candidatas. Ana es hija de madre sueca y padre uruguayo y es para ella un orgullo representar a Santa Lucía. Sus compañeras aseguran que es una buena amiga y una persona decidida y muy activa.
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