Ni un niño sin juguete

Miquela Nicolau, directora del centro, indicó a Ultima Hora el carácter de las actividades que ofrece a lo largo y ancho de sus cinco plantas y 3.000 metros cuadrados de superficie. «Es una apuesta en la que creemos y que supone un importante intercambio social, destinado a todas las edades». Si bien los vecinos del barrio poseen un acceso directo a las instalaciones, cualquier ciudadano de Palma puede asistir a los diversos talleres de trabajo, que ofrece desde cocina a yoga para la tercera edad, pasando por aulas informáticas, conferencias y gimnasio».

Es, sin embargo ahora, durante la Navidad, cuando adquiere especial significación el reto que supone su meta de integración social para niños vinculados a situaciones conflictivas. Un trabajo coordinado por doce profesionales que cubren la asistencia psicológica y de profesorado. Ahora pues, el edificio se ha dividido en racons dedicados a los cuentos de Navidad, el teatro de marionetas, la cocina, la ornamentación, la confección de postales navideñas, la lectura y otros para los más pequeños. Una iniciativa que pretende incentivar el espíritu de estas fechas y la creatividad entre los participantes.

La Fira de la Jugueta, organizada por Cáritas, Fundació Deixalles, S'Altra Senalla y la Conselleria de Joventut, supone una iniciativa consistente en la recepción y distribución de obsequios, en un intercambio destinado a facilitar una nueva vida a los juguetes que, sin estar rotos, han sido arrinconados. Flassaders es un espacio social con vocación de convertirse en un centro de vida del barrio y presenta como novedad tener como eje fundamental de sus programas la relación intergeneracional de sus usuarios. Así, el centro dispone también de canguros y guardería para los más pequeños y de una ludoteca informática con múltiples posibilidades.