Juan Mestre28/02/01 0:00
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La presidenta del Consell Insular de Mallorca, Maria Antònia Munar, pidió ayer al Govern que no renuncie a las inversiones previstas en el Plan Hidrológico para Balars. Munar defendió que el Ejecutivo, como también reclama el PP, «no pierda una inversión tan importante por una desaladora más o menos». «No debe extrañar a nadie que un partido liberal y de centro como UM pueda estar de acuerdo, en algunas cuestiones, con el PP; el Plan Hidrológico incluye una inversión muy importante y no podemos renunciar a ella», comentó Munar, quien respondió así al president del Govern. Antich aseguró que UM se salía del Govern si apoyaba la instalación de nuevas desaladoras en Balears. El president mostraba así su rechazo a la postura de UM que, en un informe interno, daba su apoyo al Plan Hidrológico diseñado por el departamento de Matas.

El propio Antich tuvo que explicar su posición al respecto ayer en los pasillos del Parlament tras hacerse públicas unas declaraciones realizadas a Onda Cero en las que criticaba los planteamientos de UM en relación al Plan Hidrológico. Antich mantuvo un encuentro con Miquel Nadal, portavoz de UM en el Consell, para aclarar el nuevo «choque» entre la formación nacionalista y el resto de partidos del Pacte.

Para Munar, en cambio, la posición de UM en relación al Plan Hidrológico no es contraria a ningún acuerdo adoptado por los partidos del Pacte de Progrés. «El pacto prevé que las desaladoras serán el último recurso para conseguir agua; a nadie le gustan las incineradoras, pero todos somos conscientes de que es la mejor solución para eliminar las basuras. Con las desaladoras ocurre lo mismo», opinó Munar.

La presidenta del Consell considera que los planteamientos de Unió Mallorquina «no significa ninguna ruptura con el Govern». Munar entiende que los 46.500 millones en inversiones previstos en el Plan Hidrológico «son insuficientes» e insistió en que su aplicación, prevista hasta el año 2008, constituye «un plazo demasiado largo». El documento interno de UM, adelantado por este periódico, aclara que la construcción de desaladoras en Balears «no debe llevarse a cabo de forma indiscriminada».